La Fleche d’Or (París, Francia)
En la estrecha y empinada calle Amsterdam, cerca de la plaza de Saint Lazare, existen varios viejos hoteles que en tiempos atendían el denso tráfico humano necesitado de cobijo que se generaba alrededor de la cercana estación de ferrocarril.
La Fleche d’Or es uno de estos hoteles, reconvertidos desde hace unos años hacia el turismo aprovechando su espléndida ubicación, cercana a La Madeleine y a la Opera, y no muy distante por tanto de Les Tulleries y del Sena. El barrio es popular y encantador, y el hotel limpio y antañón.
Salles (Buenos Aires, Argentina)
Situado a dos pasos del Obelisco, en un lateral de la avenida 9 de Julio, el Salles es un hotel pequeño, agradable y simpático, atendido por gente encantadora y cortés como sólo los argentinos saben serlo cuando quieren.
Si es noche cerrada y uno se pone a contemplar desde la ventana de su habitación el Amazonas de asfalto que son la 9 de Julio y sus dieciséis carriles, es casi seguro que acabe sonando adentro de su cerebro alguno de los tangos lánguidos y evanescentes de Astor Piazzola, piezas instrumentales tan maravillosas y urbanas como las piernas de la gobernanta del hotel.