Incluso en los círculos académicos más convencionales y conservadores se admite hoy que América estaba “descubierta” muchos siglos antes de que naciera Colón. Que el supuesto marino genovés sabía perfectamente hacia dónde navegaba cuando partió de Palos de Moguer en su famoso primer viaje, es una aseveración que aunque minoritaria, cada vez comparte más gente en el ámbito de la investigación histórica.
Es obvio, por lo demás, que el hecho de que el primer viaje colombino no tuviera como destino consciente las Indias Orientales sino directamente el continente que hoy llamamos América, es una consecuencia lógica derivada del conocimiento previo de la existencia de ese continente y de las rutas más adecuadas para llegar a él y poder regresar.
Para abordar correctamente el asunto hay que remontarse a algunos antecedentes comprobados y admitidos en su práctica totalidad por la historiografía actual:
1) En primer lugar, el continente americano fue inicialmente poblado por tribus procedentes del extremo oriental de la actual Siberia a finales de la última glaciación, quizá unos 20.000 años a.C. Estos primeros pobladores atravesaron lo que hoy es el estrecho de Bering y entonces era un puente natural entre ambos continentes.
2) Algunos miles de años después llegaron los primeros navegantes, nativos de las islas del Pacífico; quizá también hubo migraciones desde las costas orientales de Asia. Estas gentes se establecieron en una franja de territorio que abarcaría desde lo que hoy es el norte de Perú hasta el sur de Chile, y probablemente algunos grupos cruzaron los Andes y se asentaron en Patagonia.
3) Ya dentro del último milenio a.C., los fenicios no sólo llegaron a Brasil
sino que establecieron colonias en diversos puntos del país, tal como prueban diferentes restos arqueólogicos hallados durante el siglo XX. Existe incluso el pecio de un barco fenicio hallado en un río del interior, y tablillas explicando el periplo de navegación seguido y como el calor y los indios habían ido exterminando a la tripulación de la nave.
4) Es muy probable que los griegos, sucesores de los fenicios en la navegación y explotación de rutas comerciales dentro y fuera del Mediterráneo, también conocieran América, pues algunas de sus rutas costeaban toda Africa occidental hasta su extremo sur, el Cabo de Buena Esperanza. Sabemos que en esas navegaciones algunos barcos se desviaron de sus rutas habituales y descubrieron las islas Canarias, Azores y Madeira. Por lo demás, escritos griegos clásicos hablan abundantemente del Jardín de
las Hesperies, una tierra enorme, grande como todo el mundo conocido entonces, llena de vegetación y agua y situada a poniente: esa tierra es indudablemente el actual Brasil.
5) Durante las guerras sertorianas en Hispania, en el siglo I a.C., el general rebelde Sertorio, derrotado por los generales a las órdenes del Senado, manifiesta a su gente su intención de retirarse y navegar hacia la tierra que hay más allá del mar, e incluso parece conocer cuántos días de navegación son necesarios para llegar; sin embargo, desistirá de su proyecto convencido de que sus enemigos, los ejércitos de Roma, conocen asimismo la ruta y acabarían por darles alcance.
6) En los siglos IX y X d.C., los vikingos colonizan Islandia y Groenlandia. Según las sagas vikingas, un jefe llamado Erik el Rojo, su familia y algunos seguidores partieron de Groenlandia y desembarcaron en la península del
Labrador, en el actual Canadá. Erik y su gente exploraron el país, recorriendo la costa oriental canadiense y quizá la nordoriental de los Estados Unidos. Fundaron una colonia estable, quizá más de un pueblo, hicieron más viajes y llevaron más colonos. Llamaron al país Vinlan (la Tierra del Vino). La colonia vikinga subsistió décadas, hasta que fue exterminada por los indios. Sus restos han sido excavados a partir de los años sesenta del siglo XX.
7) Durante toda la Edad Media europea, la leyenda de la isla de San Borondón es conocida por todos los navegantes del Atlántico. Esta isla gigantesca estaría a occidente y se extendería frente a Europa y Africa desde la altura de Irlanda hasta más abajo de las Canarias. Decenas de marinos, piratas y navegantes de toda clase juraban haber estado allí o haberla avistado en sus navegaciones.
8) En el siglo XIV d.C., un judío mallorquín llamado Abraham Cresques dibujó unas cartas náuticas o portulanos de tal precisión que aún hoy sorprenden. En el llamado Atlas Catalán, Cresques no sólo dibuja el Mediterráneo y Europa, sino que ubica toda Asia, incluida China. En uno de sus portulanos, Cresques dibuja de manera un tanto difusa una tierra alargada en el extremo occidental del mapa……a la distancia de Europa en que se halla América.
9) Ya en el siglo XV d.C., en 1421, es decir, 71 años antes del supuesto primer viaje de Cristóbal Colón, una flota china integrada por 300 barcos al mando del almirante Zhao Wen navegó todos los mares en un periplo que duró años y que entre otros lugares, visitó con seguridad las costas californianas y el Caribe. 10) Hacia 1513, un cartógrafo y pirata turco llamado Piri Reis usó fuentes occidentales y orientales anteriores para confeccionar un mapa universal. El mapa de Piri Reis no sólo dibuja los perfiles de las costas americanas atlánticas y también las antárticas, en un momento en que acababa de iniciarse la exploración del continente americano y apenas se empezaban a colonizar las islas mayores del Caribe, sino que representa con total precisión y detalle la costa brasileña y la de las Guayanas.