Sakkara, de Imhotep
El vacío cósmico más absoluto y la más perfecta desolación reinan sobre las arenas quemadas por el sol en Sakkara. Confundidas con ellas, surgen algunas mastabas semiderruidas, y sobre una elevación, una pirámide escalonada que parece estar ahí desde la Noche de los Tiempos.
El escriba Ahmosis, hijo de Ptah, ha venido a ver el templo de Djoser (la pirámide de Sakkara). Le ha parecido como si el cielo estuviera en él y Ra se levantara.
Graffiti antiguo grabado en una roca cercana a la pirámide escalonada de Sakkara